viernes, junio 14, 2013

SP versus Felices y Forrados: una ruleta rusa económica


Al final del artículo anterior quedó en el aire la siguiente pregunta vital: ¿Es cierto lo que afirma F&F realmente ofrecen recomendaciones fidedignas para aumentar las ganancias de nuestros fondos? O, al contrario ¿es la conclusión de la SP de que la gran mayoría de los afiliados que ha seguido las recomendaciones de F&F ha perdido dinero es la correcta? ¿Quién de los dos tiene la razón? ¿Ambos? ¿Ninguno?

En este artículo voy a ahondar en el informe Nro. 4 de la SP donde ellos analizan las supuestas ganancias/pérdidas del método de F&F, para validar o refutar los resultados de la SP y, potencialmente, determinar si sus conclusiones son correctas, y así dilucidad quien tiene razón respecto de la pregunta de si F&F ha funcionado o no. La idea es que cualquiera que siga este análisis pueda revisarlo, repetirlo, y comprobarlo más allá de lo que yo pueda “mágicamente” poder decir o afirmar.

Para analizar el detalle, hay dos conceptos básicos que son clave para este análisis: cómo se calcula la rentabilidad de los fondos (y de nuestros ahorros), y el concepto económico de “costo de oportunidad”. Para quien o no entienda el análisis o no entienda porque digo lo que digo, puede ver estos dos puntos como “Apéndices” de este artículo.

(Re) análisis de los resultados de Felices & Forrados. Metodología.

Para hacer una revisión del análisis de la SP, lo ideal sería repetir la metodología del informe de la SP y comprobarla. Sin embargo hay ciertos detalles que la SP no explicita. Por ejemplo ¿Cuál de las AFPs usó como base de valor cuota? ¿Un promedio? No se indica exactamente cómo lo calculan, así que no es posible hacerlo en forma idéntica, por lo cual este análisis necesariamente dará valores nominalmente diferentes. Pero si la SP tiene razón, el comportamiento de ganancias o pérdidas en los diferentes escenarios de las recomendaciones de F&F debería mantenerse.

Lo que la SP hizo en su informe fue lo siguiente: tomó las fechas de los avisos que F&F ha hecho a sus suscriptores desde 2011. Con este dato, es posible “simular” el comportamiento de los fondos en distintos escenarios. En particular, la SP revisó qué sucedería con la rentabilidad de un afiliado que comenzó a seguir las recomendaciones desde el primer aviso cambio e fondos de F&F (“afiliado Tipo 1”); luego, la rentabilidad que obtiene un “segundo afiliado” que ignora el primer aviso, pero comienza a seguir las recomendaciones de F&F desde su segundo aviso (“afiliado Tipo 2”); la rentabilidad de un “tercer afiliado” que ignora los dos primeros avisos pero comienza a seguir las recomendaciones de F&F desde el tercer aviso (“afiliado Tipo 3”), y así sucesivamente.

Con esta metodología, es posible comparar qué rentabilidad logra cada uno de los afiliados “Tipo 1” hasta el “Tipo 11” (pues F&F ha hecho públicos 11 avisos), comparados contra la opción por defecto de las AFPs: haberse mantenido sin pestañar en el Fondo A o bien en el Fondo E por todo el periodo.

Entonces, para efectos de llevar a cabo el análisis, haré las siguientes suposiciones y decisiones:
  1. Como F&F declara ser mejor que el Fondo A “de las AFP”, la mejor alternativa de AFP sería el contrincante a vencer por F&F para demostrar sus afirmaciones. En los últimos 12 meses Provida es quien tiene las más altas rentabilidades en los Fondos A y E, y se podría usar Provida; pero usaré los datos de Habitat para valores-cuota como base de referencia por tres razones: (1) también ha estado entre las AFP con mejores resultados del último tiempo, muy cercanos a Provida, y (2) yo personalmente estoy en Habitat, y en especial, (3) es un caso que cualquier hijo de vecino vería: que pasa si estoy en “alguna AFP”, no necesariamente la “mejor” en rentabilidad, y comienzo a seguir en algún momento los consejos de F&F. De esta manera el resultado será muy cercano a lo real. Si alguien quiere repetir el análisis con Provida u otra AFP, es libre de hacerlo.
  2. El valor cuota a usar para el momento del cambio de fondo es el de 2 días hábiles después de la solicitud de cambio de fondos, suponiendo que las personas hicieron caso inmediatamente a F&F a la “sugerencia” de cambiar de fondo. Si solicitaron el cambio un día lunes, aplica el valor-cuota del miércoles. Ojo que si lo solicitaron un día jueves aplica el valor cuota del lunes, y si el cambio se solicita un viernes, aplica el valor cuota del siguiente martes.
  3. Los valores cuota serán tomados directamente de la página de la Superindentencia.
  4. Para cada uno de los casos, se asumirá que el afiliado tipo inició su participación en el método de F&F con fondos en su cuenta de capitalización individual equivalente a exactamente 10 millones de pesos, y que el valor del fondo variará únicamente por rentabilidad (equivalente a no agregar nuevas cotizaciones). De esta manera, las ganancias/pérdidas calculadas, y los números del valor de los ahorros representan únicamente a las variaciones de los fondos, sin depender de aportes extras, y además son independientes de la renta/cotización del afiliado.

Análisis

Al tomar en cuenta estas consideraciones, es posible ir a la página de la superintendencia, tomar los valores-cuota del Fondo A y Fondo E en las fechas de cambio sugeridas por F&F, y es posible construir esta tabla (que proviene de una planilla de cálculo, compartida, con toda la información):



En la tabla podemos ver las fechas de los 11 avisos de F&F (columna 1 y 2), la dirección del cambio (columna 3, Fondo A a E o viceversa), la fecha del valor cuota efectivo para el cambio (columna 4), los valores cuota del Fondo A y E para esa fecha (columna 5). Esto es igual para todos los casos.

Ahora, el afiliado Tipo1 parte (de acuerdo con los supuestos) con MM$10 (diez millones, columna 7). Al cambiar al Fondo E (desde el fondo que sea que viniera), dado el valor-cuota del Fondo E ($23.150,09), puede comprar 431.96 cuotas (columna 9).

Pasa el tiempo, y F&F da el segundo aviso, el 12 de octubre de 2011, esta vez para cambiar desde el Fondo E al fondo A. El afiliado Tipo1 pide el cambio, y el día 14 de octubre (con los valores cuota mostrados en las columnas 5 y 6) “vende” sus 431.96 cuotas del Fondo E ahora con un valor cuota de $24.057,33 (columna 6), obteniendo $10.391.895 (columna 7), y en el mismo acto, “compra” cuotas del Fondo A al valor de $24.482,07 (columna 6), obteniendo 424.47 cuotas. Si quiere entender esta metodología, vea el apéndice “Mi rentabilidad es…” abajo.

Pasa el tiempo, y F&F da el tercer aviso, el 22 de noviembre de 2012, para cambiar del Fondo A al Fondo E. En esta ocasión se “venden” las 424.47 cuotas del Fondo A, obteniendo $10.370.922 (una ligera pérdida respecto del valor que tenía en octubre), y comprando cuotas del Fondo E, obteniendo 434.94 cuotas…

Y así sucesivamente. Siguiendo esa misma mecánica, hasta llegar al valor cuota del 12 de junio de 2012, podemos ver que usando la estrategia de F&F, el afiliado Tipo1 obtuvo, estando en AFP Habitat, una rentabilidad de sus ahorros del 15.03%.

Ahora, si se comprar el mismo punto de partida, MM$10, para los casos haber estado siempre en el Fondo A o siempre en el Fondo E durante todo el periodo, se observa que esa estrategia rentó 4.87% y 12.29%, respectivamente.

Si este fuera el único dato, claramente se ve que F&F renta más que estar pasivamente en un solo fondo. Y curiosamente, este escenario es el único que F&F le hace más promoción. Pero cuando repetimos el mismo ejercicio para cada “tipo de afiliado”, como se muestra en la planilla, se llega a diferentes tablas, todas incluidas en el link a la planilla de cálculo, primera hoja. Tomando el resultado de cada escenario, se llega a la siguiente tabla:

Se puede ver, que alguien que haya estado en Habitat, pero partiendo con F&F en diferentes momentos (avisos) tiene resultados completamente mezclados. En sólo dos de los avisos (el primero y el cuarto) logra una rentabilidad mejor que los fondos A y E. Si entrara en los avisos 2, 3 o 5, logra un resultado intermedio entre el Fondo A y E (gana más que alguno de los dos fondos), pero deja de ganar significativamente si se hubiera unido a F&F en los últimos avisos 6, 7, 8 y 9. Esto, en jerga económica, es perder dinero (por el tema de costo de oportunidad, ver el apéndice abajo).

Nota aparte merecen los dos últimos cambios, 10 y 11. En el 10 F&F vence al Fondo A, pero no al E. Esto porque el Fondo A en el último tiempo está en plena “zambullida”. En el 11, dado que F&F está en E, es igual que E, y mejor que A, con A en caída los últimos días.



La explicación de la diferencia de valores está en que la SP usó “los retornos promedio del sistema”, mientras que mi análisis se apega directamente a un escenario preciso, un cliente de AFP Habitat.

Ahora, dado que en general ambos análisis son consistentes, podemos revisar las conclusiones de la SP:
  1. "[...] los Afiliados 5 al 10, quienes de acuerdo a este análisis han perdido dinero  al seguir la estrategia de F&F por el tiempo señalado”: Esto es efectivo. Dado el análisis de costo de oportunidad, hay gente que, hasta ahora, de estar en ese escenario, ha perdido dinero (nuevamente costo de oportunidad), pues si se hubiera quedado en el fondo A (o entrado a F&F en algún otro momento), tendría hoy más dinero en su cuenta de ahorros previsionales que los que tiene hoy. F&F los perjudicó.
  2. “Más crítico aún resulta medir la efectividad de la estrategia de F&F respecto al Fondo A; en este caso, sólo el Afiliado 1 del ejercicio se ha visto beneficiado por seguir las alertas de F&F y el resto de los individuos clasificados como Afiliados 2 al Afiliado 10 se han perjudicado al seguir a F&F respecto de haber permanecido en el Fondo A”: esto es algo más discutible. Se ve que al salir de los promedios del sistema, para el caso de afiliados de AFP Habitat, los afiliados de Tipo5 también tendrían un beneficio por seguir a F&F, y potencialmente también los 10 y 11. ¿Por qué? Explicaré esto más abajo.
  3. “[…] los resultados son altamente sensibles al periodo analizado y, por lo tanto, cambiarán dependiendo de las fechas que se consideren, el  punto  de fondo es que los anuncios no siempre son exitosos”. Cierto. No son exitosos en el sentido que en ciertos escenarios, puede llevar a peores resultados (costo de oportunidad negativo).
  4. “Otra forma de leer los resultados es que la empresa F&F ha  emitido  6 avisos errados, lo que no debería sorprendernos, ya que estas estrategias son  similares  a 'lanzar una moneda al aire' : al margen de que sea o no “aleatorio” los avisos de F&F, hay casos precisos donde F&F sí es muy exitoso. La pregunta es ¿por qué…?
  5. “Lo que se debe tener en cuenta es que, si bien habrá personas favorecidas, otro grupo podría verse afectado negativamente en el monto final de sus pensiones.”. Lamentablemente, por lo que se ve, esto es totalmente cierto.

Ahora, ¿qué explica que F&F logre tan “buenos” resultados en ciertos escenarios (Tipo1, Tipo5, Tipo10/11), y tan malos en otros? Mi hipótesis es que F&F en realidad funciona como una especie de apuesta a venta en corto.

Compras en corto, y no tan corto ¿El secreto (y talón de Aquiles) de F&F?

En el mercado accionario hay una técnica llamada “venta corta” u “operaciones en corto” que consiste en pedir prestado a un accionista un paquete de sus acciones, venderlas, y dentro de un corto plazo (puede ser el mismo día), forzosamente volver a comprarlas, al precio que sea.

Suena descabellado, pero el truco está en que si quien pide las acciones para venderlas y re-comprarlas de alguna manera acierta a pronosticar que cierta acción va a bajar, puede ganar suculentas cifras. Por ejemplo, alguien pide 1000 acciones que valen en cierto momento $1.000 a algún accionista, las vende (obteniendo momentáneamente $1.000.000), y si su “apuesta” de que la acción va a caer de precio en el corto plazo es acertada, podría dentro de poco tiempo comprarla de vuelta, para devolverla al prestamista original, a un precio menor. Si acierta y la caída es leve, por ejemplo la acción baja a $900, podrá recomprar las 1000 acciones por $900.000, y con ello gana $100.000.

Pero si la caída es grave, digamos que la acción baja a $300, se podría recomprar las mismas 1000 acciones por sólo $300.000, ¡dejando un margen de $700.000! Pero si al contrario, si la apuesta de que la acción bajara falla, y al contrario sube, al tener que recomprar las acciones, el equivocado inversionista tendría que pagar más dinero que el que recibió por la venta, perdiendo dinero. Por ejemplo, si la acción en vez de bajar sube a $1.200, al recomprar las 1000 acciones el osado inversionista no sólo perderá el $1.000.000 de la venta, sino que tendría que poner (y perder) $200.000 de su bolsillo para recuperar las acciones.

El punto es que, en las “operaciones en corto”, la clave es acertar en ‘adivinar’ que viene una  baja de cierta acción, y a más drástica la baja, más jugosa y espectacular es la ganancia de la operación. 

Y si uno observa las recomendaciones de F&F, tienen exactamente ese mismo comportamiento: es más exitoso cuanto más grande es la caida, y rinde mal, o pierde, cuando esta no ocurre.

Si uno pone atención a los “Tipos de afiliados” que en el análisis “ganaron” (o pudieron ganar), son justamente los que “vendieron” sus cuotas de Fondo A antes de una gran caída accionaria.

En el blog “eficaciafyf.blogspot.com”, donde hacen también un interesante análisis de riesgo y efectividad del funcionamiento de F&F (recomiendo mirarla), publican esta imagen, donde se presenta las rentabilidades de los Fondos A, E y F&F:

Si se observa la curva, y se ve que los periodos exitosos de F&F son el cambio al Fondo E entre:
  • Entre julio de 2011 a octubre de 2011.
  • Entre de abril de 2012 a junio de 2012.
  • Ahora, a finales de abril y mayo de 2013.

¿Por qué? Porque son momentos de espectaculares caídas del Fondo A, donde si se acierta al aviso/pronóstico/apuesta de que su valor cuota va a caer drásticamente, se puede “vender caro” (comprando y protegiéndose en el Fondo E), y si se acierta bien cuando termina la caída, “comprando barato” las mismas cuotas del Fondo A, en su menor precio.

Y, al igual que con las “operaciones en corto”, el éxito de la operación consiste en que la decisión de “vender el Fondo A para recomprarlo más tarde” sea realmente en una buena caída.

Y el problema para F&F y cualquiera que juegue este juego es poder predecir correctamente que lo que va a ocurrir ES una buena caída. No basta con acertar que en las próximas una o dos semanas el Fondo A baje un poco, y luego se recuperen e incluso el Fondo A repunte (esto, al igual que en las “operaciones en corto”, son pérdidas para F&F); se necesita que la caída del Fondo A sea muy grande. Pero, aun acertando que la caída va a ocurrir ¿cómo saber cuán grande (y prolongada) va a ser?

El problema de las metodología y heurísticas que pueden realizar F&F, en mi opinión, es que mientras aún la caída "no ocurre", es posible astutamente ver o distinguir las señales que la preceden, y correctamente predecir que "viene una baja". Pero aún acertando en eso, es imposible adivinar cuál serán las reacciones de los mercardos, de si los actores económicos reaccionarán de tal o cual manera, de si decidirán aplicar algún estímulo o cualquier acción para mitigar sus efectos, etc. Como todas esas acciones no ocurrirán sino cuando ya la caída es real y visible para todos, cualquier modelo que "prediga" la caída muy malamente podrá predecir cuán fuerte será, cuando se detendrá, y cuanto durará.

Esto es un problema que en mi opinión es insoluble hasta que alguien logre o inventar una máquina del tiempo (y así contarnos hoy lo que va a pasar en los próximos meses), o que alguien demuestre que tiene poderes paranormales para predecir el futuro. Hasta donde sé, ninguna de las dos alternativas existen.

Y por ello, la pregunta para cualquiera que decida seguir a F&F es: si no participo aún en el sistema de F&F, y tengo que tomar la decisión de participar, estando atento a un futuro aviso de cambio de fondos, del Fondo A al E ¿Será este aviso uno de aquellos donde el Fondo A caerá meteóricamente? ¿O será una simple zambullida sin consecuencias? No veo como adivinarlo.

Mi actual opinión, y "conclusión" de este análisis, es que ni F&F ni nadie puede saberlo, y cualquiera que quiera apostar por los avisos de F&F, en realidad juega a una ruleta rusa, donde sólo a posteriori (como muestran los análisis de la SP y el que repetí personalmente) uno podrá averiguar si la "apuesta" a una gran caída del Fondo A (y no una pequeña) por parte de F&F fue acertada o no, y de si uno fue parte de los afortunados que “ganó a largo plazo”, o que simplemente perdió…

¿Conviene seguir consejos del tipo F&F? En teoría, ¡claro! Pero la práctica muestra que las heurísticas que F&F usa no son sólidas y seguras en todos los casos. De hecho, aún sabiendo que en ciertos casos (ante caídas drásticas de fondos) uno no sólo puede salvar dinero, sino que lograr suculentas ganancias más allá de lo que ofrece el "sistema", no es posible "adivinar" si en en N-ésimo aviso de F&F es la oportunidad de tales ganancias, o de pérdidas. Los números así lo muestran.

Ahora, ¿es posible que alguien logre alguna vez afinar los algoritmos, eurísticas y modelos de manera de afinar tan bien un pronóstico de esta naturaleza, de manera que sus predicciones sean lejos más seguras que las de F&F? En cierta forma, sí, podría darse el caso. Pero la forma de saber que tal modelo funciona sería si muestra consistentemente pocos "errores", y genera ganancias en la gran mayoría de los puntos de entrada. O sea, si elijo cualquier momento para partir usando el método predictivo de tal grupo, es altamente probable que sea un usuario "Tipo N+1" que _también_ tenga ganancias.

No es lo que ocurre con F&F, y por lo tanto quien quiera involucrarse en esa ruleta rusa, le deseo suerte, y ojalá sea ¿casualmente? parte del grupo de afortunados "ganadores".





Apéndice A: Mi rentabilidad es…

Cuando un chileno “impone” en el sistema de AFP, tiene que hacerlo entregando por ley un 10% de su sueldo “imponible” a la AFP de su preferencia. La AFP convierte este dinero en cuotas del fondo (A, B, C, D o E), comprando para el afiliado tantas cuotas del fondo como el dinero que está abonando el afiliado le permita, dado el precio de la cuota del fondo del día del pago.

Por ejemplo, si suponemos que (a) una persona tiene su dinero en el Fondo A de una AFP, (b) el valor cuota del Fondo A el día cuando se agrega dinero a su cuenta es $20.000,  y (c) el afiliado agrega $40.000 a su cuenta individual de ahorros, entonces: la AFP “comprará” para el afiliado 2 cuotas del Fondo A, y su fondo crecerá en 2 cuotas. Si además suponemos que el afiliado tenía previamente 48 cuotas en su fondo, ahora pasará a tener 50 cuotas del Fondo A. ¿Cuánto dinero tiene ahora ahorrado? Lo sabemos simplemente multiplicando la cantidad de cuotas que tiene en su “Cuenta de capitalización individual” por el valor de la cuota del Fondo respectivo. En este ejemplo, 50 cuotas por $20.000 equivalen a $1.000.000 de ahorro.

Si las cuotas de los fondos fueran estáticas, por ejemplo la cuota de ese Fondo A valiera siempre “sagradamente” $20.000, las AFP no tendrían ninguna utilidad. El afiliado del ejemplo podría dejar su dinero mes a mes, entregando su $40.000 y obteniendo dos cuotas del fondo, y al final de su vida laboral le devolverían el valor exacto “nominal” de cuanto puso mes a mes, ni un peso más, ni un peso menos. Idéntico a guardar el dinero en un colchón,  pero pagando comisiones no menores a la AFP…
Por ello, para que la gente realmente ‘gane’, las AFP invierten el dinero que reciben de los afiliados en diversos instrumentos financieros: acciones nacionales e internacionales, bonos de gobiernos, bonos de empresas, etc. Si sus decisiones (hechas por los “expertos” dentro de cada AFP) son correctas, el dinero invertido va a obtener ganancias. Y esas ganancias se calculan de manera que el valor de la cuota de fondo crece proporcionalmente a las ganancias de las inversiones del fondo. Al revés, si las AFP se “equivocan” o el mercado entra en una crisis y las inversiones pierden dinero, el “valor cuota” de los fondos se calcula reduciendo su valor proporcionalmente a las pérdidas de las inversiones.

De esta manera, para saber cuánto ha ganado o perdido (nominalmente) un fondo de las AFP entre dos fechas, “basta” con tomar el valor-cuota de a la fecha de inicio, el valor-cuota a la fecha de término, y calcular su variación porcentual. Así, si la cuota del Fondo A del ejemplo parte en $20.000, y el afiliado tiene 50 cuotas en su cuenta ($1.000.000 de valor monetario), y un mes después el valor-cuota sube a $20.800, se puede calcular que la ganancia del fondo durante ese mes fue de (($20.800 - $20.000) / $20.000)), lo que es igual a 0.04, o un 4% de ganancia nominal. Esa ganancia se denomina nominal, porque ahora las mismas 50 cuotas de ese afiliado, al nuevo valor del fondo ($20.800), hace que tal afiliado ahora “tenga” ahorrado $1.040.000 (esto es, 50 x $20.800).

Entonces, si existiera un único fondo (como era antes de los multifondos, cuando sólo existía el Fondo C), para calcular las ganancias de los fondos de pensiones entre dos momentos, basta tomar el valor del fondo como se explicó. Pero con los multifondos el cálculo se complica. Como cada fondo se puede mover en forma independiente del otro (y también sus valores cuota), no sirve comparar los valores cuotas entre ellos. Pero, como podemos calcular el valor de los ahorros en un momento multiplicando cuotas x valor fondo, se puede usar el valor monetario de los ahorros como pivote para calcular los cambios de fondos, y el valor final de dinero ahorrado al inicio y al final nos puede decir cuánto realmente ganó o perdió el afiliado.

Si recuerda el ejemplo, nuestro afiliado hipotético partió con 50 cuotas del Fondo A, equivalente a $1.000.000. Un mes después sus ahorros valían $1.040.000 (dado un 4% de ganancia del Fondo A). Si ahora en ese instante el afiliado decidiera cambiarse a otro fondo, supongamos el Fondo E, que en ese instante tiene un valor cuota de $16.500, el usuario transformaría su $1.040.000 a aproximadamente 63 cuotas de ese Fondo E. Si pasa otro mes y el Fondo E aumenta su valor cuota en un 1.5% (subiendo su valor cuota a $16.748), las 63 cuotas del afiliado en el Fondo E ahora valdrán $1.055.093. ¿Cómo se comparan los $20.000 del Fondo A a la partida de este ejemplo con el valor cuota del Fondo E dos meses después? No son comparables, y no podemos usar directamente los valores cuota para calcular la rentabilidad para el afiliado. Pero si sabemos que inicialmente tenía el equivalente a $1.000.000 y que al final tiene $1.055.093, podemos calcular fácilmente que en esos dos meses ese afiliado ganó un 5.5%.

De esta manera, teniendo a la vista cuánto dinero tiene el afiliado en su fondo, es posible comparar las variaciones de los ahorros en el tiempo de cualquier afiliado independientemente de en cuál fondo tuvo sus ahorros en cada momento, y saber cuál ha sido su rentabilidad. Esto es lo que se usa en el análisis.

Apéndice 2: Comparando alternativas económicas ¿Por qué ganar es perder?

Un segundo punto clave para el análisis es entender el concepto de “costo de oportunidad”. Cuando se comparan dos alternativas económicas, la forma “económicamente correcta” es sumar cuanto puedo ganar con cierta alternativa, y restar cuanto podría ganar si no tomo esa alternativa (por ejemplo, elijo otra). Si el valor es positivo, para todas las comparaciones posibles, esa es la mejor alternativa que puedo tomar. Si el valor es negativo para una o más comparaciones, entonces hay otras alternativas que son mejores, y de no tomarlas, dejaría de ganar dinero, que sí ganaría con otra alternativa.

Por ejemplo, supongamos que le propongo un negocio: Ud. me entrega UF 1.000 para cierto negocio, y en el plazo de un año, yo le devolveré UF 2.000. Léalo bien. ¡Eso es un 100% de ganancia! Si sus alternativas de inversión se limitan a los ahorros bancarios y las AFP, suena como un negocio redondo (suponiendo que digo la verdad y que no hubiera riesgo… ese es otro tema). Ahora, supongamos que otro empresario le ofrece a Ud. que por sus UF 1.000, en un año más le entregará de vuelta UF 3.000. Claramente la segunda es aún mejor que la primera, pero ¿es la primera mala? Al fin y al cabo, ¡Ambas ganan bastante dinero! Pero…

Usando el concepto de “costo de oportunidad”, vemos que cuando Ud. sólo conocía la primera propuesta, si la aceptaba, hubiera ganado UF 1000. Si en cambio no hubiera aceptado mi propuesta, y hubiera invertido sus UF 1000 por un año en, por ejemplo, las AFP, podría ganar del orden de un 10% en un año, o sea, unas UF 100. Por lo tanto, tomar la alternativa que le ofrezco le renta UF 1000, no tomarla le rentaría del orden de UF 100. Restando ambos montos muestra que el costo de oportunidad es claramente positivo para Ud. en UF 900, es decir, ganaría UF 900 más que si elige otra alternativa.

Pero, cuando Ud. recibe la segunda oferta, ahora Ud. sabe que si elige la segunda opción, va a ganar UF 2.000. Si calculamos el “costo de oportunidad” de la primera alternativa, ahora que tenemos la segunda, vemos que con la primera podemos ganar UF 1.000, pero de no tomar la primera alternativa (pero si la segunda), ganaría UF 2.000. Al realizar la resta, vemos que la primera alternativa tiene un costo de oportunidad negativo de UF -1.000. Esto equivale a decir que si a sabiendas de la existencia de la segunda alternativa, Ud. igual elige la primera, Ud. va a “dejar de ganar” UF 1.000.

En economía, dejar de ganar dinero es lo mismo que perderlo. Si Ud. elige una opción con un costo de oportunidad negativo, dejó de percibir la ganancia o renta adicional que la mejor alternativa le ofrecía.
En el caso de las AFP, F&F o cualquier otra alternativa de rentabilidad variable, nadie puede asegurar cuanto va a ganar en un año más (si eso se pudiera saber, no estaríamos teniendo esta conversación). Pero si podemos analizar a “posteriori” las rentabilidades, ganancias y pérdida que ya han pasado, y ver cuál fue el costo de oportunidad de haber tomado cada alternativa.

Por ello, sin importar si dos alternativas rentan y dan ganancias reales y positivas, el hecho de haber tomado la alternativa que rentó menos, en un escenario donde ambas alternativas eran accesibles, permite explicar que en alguno de los dos casos se “perdió” dinero, o se terminó con menos dinero que si se hubiera tomado la alternativa que en la práctica resultó ser más rentable. Como en los antiguos concursos de Sábados Gigantes, si Ud. en vez de elegir la puerta que le premiaba con el auto 0 kilómetro, Ud. eligió el portafolio que le regalaba una cebolla, Ud. no diría “bueno, gane una cebolla”, sino que diría “perdí un auto”.

Este segundo principio es clave para determinar si el método de F&F, dado el momento en que ellos fueron avisando de cada cambio de Fondo A al Fondo E y viceversa, realmente fue mejor o peor que simplemente permanecer en el Fondo A (o el E) sin hacer cambios.

Referencias:

3 comentarios:

Daniel dijo...

Gracias por tu artículo, muy informativo.
Yo pertenezco a la comunidad de Felices&Forrados, y lo que saco de esto es que F&F puede ser menos rentable que el fondo A, pero es mucho menos riesgoso, así que pensando en rentabilidad vs riesgo, la mejor opcion es felices y forrados, tiene sentido lo que digo?


Nota aparte, podrías volver a entregar los resultados luego de la caída del fondo A de estos últimos días?


Gracias!

Daniel dijo...

Hola Daniel,

Uhm ¿como defines que sea "menos riesgoso"?

Los resultados del reporte, tanto de la SP como el que realicé personalmente, es que F&F en ciertos escenarios le gana al Fondo A y al Fondo E, en ciertos escenarios está en una rentabilidad intermedia entre A y E, pero ciertamente hay escenarios de personas que han obtenido PEORES ganancias que haber estado siempre en el Fondo A o en el Fondo E. Para las personas que están en este último escenario ¿Porqué deberíamos decirles que F&F es _menos_ riesgoso?

Y, respecto de (re)calcular los resultados, si miras los valores cuota, los últimos días están en una meseta relativamente plana después de la caída ¿Eso es temporal y luego seguirá cayendo, o viene un repunte impresionante del fondo A que puede ser (o no ser) avisado oportunamente por F&F? No lo sé, y por lo mismo, prefiero esperar un tiempo (un par de meses tal ves), y entonces actualizar los cálculos, y ver si efectivamente hay algún cambio en las conclusiones del análisis que hice.

Daniel dijo...

Buenísimo artículo, gran trabajo.
Muchas gracias por tan buen aporte.