viernes, septiembre 09, 2011

Doble-ciego y quiropraxia


Anteriormente expliqué como la radiestesia y el doble ciego son "incompatibles", pues cuando las prácticas pseudo-científicas se ponen a prueba con métodos científicos serios suelen fracasar estruendosamente.

La explicación científica de porqué la radiestesia "funciona" es debido al efecto ideomotor.

Hoy, casualmente buscando por otro tema, dí con un artículo del Dr. Ray Hyman que explica en detalle qué es el efecto ideomotor, su historia y su aplicación. Es un artículo en inglés, largo, pero muy interesante, incluyendo un excelente ejemplo de las pruebas de doble ciego, esta vez aplicadas a la quiropraxia.

Un pequeño extracto de su artículo es esta cita (traducción libre):
Algunos años atrás participé en una prueba de “kinesiología aplicada” en la oficina médica del Dr. Wallace Sapmson, en Mountain View, California. Un equipo de quiropractas vino a demostrar el procedimiento. Los doctores observadores y los quiropractas habían acordado que los quiropractas primero serían libres de ilustrar su “kinesiología aplicada” en cualquier manera que ellos escogieran. Después de eso, nosotros podríamos intentar alguna prueba con doble-ciego para probar sus habilidades.

Los quiropractas presentaron como su mejor ejemplo una demostración que ellos creían mostraba que el cuerpo humano puede responder a la diferencia entre la glucosa (una azúcar “mala”) y la fructosa (una azúcar “buena”). La sensibilidad diferencial era una verdad asumida entre los “sanadores alternativos”, a pesar de que no había ninguna garantía científica de ello. Los quiroprácticos tenían voluntarios recostados sobre sus espaldas y levantando un brazo verticalmente. Ellos entonces pondrían una gota de glucosa (en una disolución acuosa) en la lengua del voluntario. Entonces el quiropracta trataría de empujar el brazo levantado del voluntario a su posición horizontal mientras que el voluntario intentaría resistir. En casi cada caso, el voluntario no podía resistir. El quiropracta explicaba que el cuerpo del voluntario reconocía la glucosa como una azúcar “mala”. Después de que el voluntario enjuagara su boca y una gota de fructosa fuera puesta en su lengua, los voluntarios, en casi cada test, resistían el movimiento de su brazo a la posición horizontal. El cuerpo había reconocido a la fructosa como una azúcar “buena”.

Después del almuerzo una enfermera nos trajo una gran cantidad de tubos de ensayo numerados, cada uno codificados con un número secreto de manera que nadie podría decir al mirar los tubos cual contenía fructosa y cual glucosa. La enfermera dejó la habitación de manera que nadie en ese cuarto durante las pruebas siguientes podría conscientemente saber que tubos contenían glucosa y cuales fructosa. Las pruebas de brazos fueron repetidas, pero esta vez las pruebas eran con “doble-ciego” – ni los voluntarios, ni los quiropractas, ni los doctores y observadores estaban conscientes de si la solución siendo aplicada en la lengua del voluntario era glucosa o fructosa. Como en la sesión matutina, algunas veces los voluntarios eran capaces de resistir y otras veces no. Nosotros registramos los números codificados de la solución en cada prueba. Al finalizar las pruebas, la enfermera volvió con las “claves” de cada código. Cuando determinamos que pruebas involucraban glucosa y cuales fructosa, se observó que no había conexión entre la habilidad de resistir y el hecho de si el voluntario había recibido la “buena” o “mala” azúcar.

Cuando los resultados se anunciaron, el jefe de los quiropractas se volvió a mí y me dijo, “Ya ve, por eso es que nosotros nunca más hacemos pruebas con doble-ciego. ¡Nunca funcionan!”. Al principio pensé que él estaba bromeando. Resultó que él era totalmente serio. Dado que él “sabía” que la kinesiología aplicada funcionaba, y que la mejor prueba del método científico mostraba que no lo hacía, entonces –en su mente– tenía que haber algo mal con el método científico […] Muchos pseudo-científicos a menudo acuden a las fallas “de la ciencia” para confirmar sus más apreciadas creencias, no por graciosamente aceptar la posibilidad de que estén equivocados, sino por argumentar que es la ciencia la defectuosa.
Si les pareció interesante, recomiendo leer el artículo completo, el cual aclara en extenso que es el efecto ideomotor, el cual no sólo está detrás de fenómenos como la radiestesia, sino también en otros tan enigmáticos como las tablas ouija, por solo mencionar uno tradicional.

Y el efecto ideomotor es también quien está detras de engaños recientes como las "timo-pulseras": como evidencia del uso del efecto ideomotor en las pruebas de las "timo-pulseras", recomiendo ver este video que es en extremo esclarecedor. Ah, y por supuesto, cuando se usa el doble ciego.... ¡Adivinen! (video en inglés):


Fuente: "How People Are Fooled by Ideomotor Action", Ray Hyman, quackwatch.org

2 comentarios:

Sergio Correa Lopez dijo...

me hizo recordar, aquella teoria que el cuerpo nunca miente y cuando miente, pierde "fuerza".

disponen de algun grupo para hacer pruebas locales??

saludos

Daniel dijo...

Hola Sergio,


No hasta ahora; de hecho, además dudo que haya practicantes de la quiropraxia que quieran someterse a estudios serios, ya que mal que mal el statu quo actual los favorece.