El año 2019 fue un año duro para Chile. La crisis social que hizo detonación el 18 de octubre de 2019 colocó de rodillas a un país que se jactaba de ser el mejor y más próspero de la región. Como una manera de aplacar el descontento social, que se aglutinó detrás del concepto de "dignidad" y de "equidad", el 15 de noviembre de 2019 congresistas de derechas e izquierda suscribieron el "Acuerdo por la paz" [1], que nos colocó en camino a un plebiscito, a realizarse este 25 de octubre de 2020, que podría dar inicio a un proceso de escribir una nueva Constitución Política de la República (CPR) partiendo de una "hoja en blanco", en reemplazo de la actual CPR creada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet.
Con ello, poco a poco, las ideas del "Apruebo" (ir por una nueva CPR), o el "Rechazo" (mantener la actual CPR) han ido escalando en discusiones en la opinión pública, polarizando los ánimos.
El Apruebo tiene como caballo de batalla que cambiar la CPR ayudará a resolver todo tipo de problemas sociales, como la desigualdad, el acceso a la educación, salud, seguridad social, etc. Sin duda, es discutible que la CPR sea el origen de todos los males, o la solución de ellos, o que una nueva CPR realmente aplaque el estallido social y lleve al país a una situación de paz y normalidad tal como había antes del 18O. Pero tal discusión no es el objetivo de este post.
Por otra parte, el "Rechazo" ha centrado sus eslóganes en "rechazar para reformar": ¿para qué gastar dinero y esperar dos años (lo que tomaría a las convenciones mixtas o constitucional redactar una nueva CPR) en lograr una CPR sin garantía de calidad alguna, cuando se puede reformar la actual CPR? Esto también es discutible, pues quienes ahora proponen reformarla son quienes siempre se han opuesto a tal cosa desde su origen y, peor, su "listado de propuestas" de reformas que tienen en mente es, hasta ahora, totalmente desconocida, si es que no existente. No es una hoja en blanco, sino un cheque en blanco con una cuenta sin fondos claros. Pero ese tampoco es el objetivo de este post.
En este post quiero analizar otro argumento de Rechazo, que he visto compartido múltiples veces en mis redes sociales, por personas conocidas y cercanas a mí. Y es el siguiente. Parafraseando:
"Chile ha logrado transformarse en un país líder de la región durante los últimos 40 años gracias a la CPR de 1980. Sus índices económicos y sociales desde 1990 a la fecha han mejorado como nunca en la historia de Chile, y eso es gracias al sistema socio-político que la actual CPR ofrece. Sí, podrían hacer mejoras, pero no reemplazarla. Reemplazarla es destruir el motor de nuestro desarrollo y empujar a Chile al abismo de la pérdida de inversión extrajera, el comunismo, y transformar a Chile en una nueva Argentina, Venezuela, Cuba o peor. Por eso, hay que votar rechazo".
Como prueba innegable de lo anterior, se suelen ofrecer gráficos o tablas que exponen la evidencia de cuánto ha mejorado Chile desde 1990. Una imagen/meme típico es el siguiente:
Como puede verse, esa tabla contiene múltiples valores de todo tipo de indicadores. No es mi afán revisar uno por uno, e incluso puedo aceptar que probablemente estén en lo correcto, pero ¿significa que el país está bien, y que todo este problema del estallido social y pedir una nueva CPR es un error? Y lo más importante ¿apoyan los números que es la CPR actual responsable de tal éxito?
En particular, en este post quiero analizar dos valores clave: el "Aumento del ingreso más pobre". Gran parte del combustible del estallido social es al fin y al cabo la situación (¿mayoritaria?) de las familias más vulnerables que sienten que no están recibiendo los ingresos que necesitan para vivir una vida decente y cómoda. Pero como indica esa tabla, entre 1990 y 2017-2018, se aumentó sus ingresos en y un 439% ¿no es eso algo suficiente? ¿Por qué no lo es?
Chile, un país exitoso
Para entender la situación, conviene mirar la situación macroeconómica del país en el tiempo. Históricamente, Chile se ha considerado un país "pobre". Si bien tiene el cobre como una gran fuente de ingresos, es casi el único gran ingreso que recibe, sin otras materias primas como el petróleo, que aporten ingresos importantes para el país. El segundo más importante probablemente sea el ingreso de la exportación agrícola.
Si se observa el Producto Interno Bruto (PIB) chileno en el tiempo, ajustados a dólares de hoy, es posible ver efectivamente Chile ha multiplicado su producto, su riqueza como país desde 1990 a la fecha. Esto sin duda en principio parece apoyar la tesis del rechazo. Abajo se muestra un gráfico tomado de la página del Banco Mundial del PIB chileno per cápita (en US$ a precios actuales 2020), con colores alterados para remarcar el comportamiento del PIB durante los diferentes gobiernos desde 1960 [2]:
Se puede observar que el PIB de Chile per cápita fue muy bajo entre 1960 y 1990, momento en el cual comenzó a aumentar fuertemente, pasando de USD 2494.526 en 1990 a USD 14.999,37 y 15.924,794 en 2017 y 2018, respectivamente (promedio 2017-2018: USD 15.462.082). Eso implica que entre 1990 a 2017-2018 el PIB aumentó en casi 6.2 veces.
Sin embargo, una segunda lectura al gráfico muestra bemoles interesantes. La actual CPR, instaurada en 1980, parece no haber disparado el PIB durante el gobierno militar, donde después de la crisis bancaria de 1982 decayó a valores peores a los del PIB de 1980, valor que recién se superó en 1991. Entonces, ¿cuánto del éxito en el crecimiento del PIB puede atribuirse realmente a la CPR si, Ceteris Paribus, su efecto demoró casi 11 años en tener efecto? En este caso, se puede argumentar que, en la práctica, la CPR de 1980 más sus modificaciones de 1989, recién comenzó a ser aplicada en forma democrática y con todos sus artículos en 1990, y eso coincide con el comienzo de un aumento más o menos continuado de la riqueza del país desde entonces.
Entonces, si el país desde 1990 a 2017-2018 es 6.2 veces más rico, y los más pobres han aumentado sus ingresos en un 439%, como reza la tabla del rechazo ¿no es esa evidencia de que Chile lo ha hecho bien, y el estallido social una maquinación que no corresponde?
Ahora, miremos la naturaleza de ese 439%
La saga del "sueldo mínimo"
Chile tiene un sueldo mínimo legal, que todo empleador que contrate a un empleado por tiempo completo le tiene que pagar como mínimo. Este valor suele subir año a año, y es uno de los indicadores más importantes de cuáles son los ingresos de los chilenos. Por ejemplo, en 2019 el ingreso mínimo correspondía a $301.000, y el INE reportó que durante 2019 aproximadamente la mitad de los trabajadores chilenos recibía un sueldo igual o inferior a $400.000, es decir, menos de 1.3 veces el sueldo mínimo [3].
Ergo, el piso del sueldo mínimo limita y fuerza cual es el salario que muchos empleados, especialmente aquellos no calificados, reciben. Y peor aún, la línea de pobreza está incluso arriba de ese valor. En 2019 se consideraba que la línea de pobreza está bajo los $164.605 por persona equivalente, por lo que para una familia de 4 personas (2 padres, 2 hijos) donde solo un progenitor trabaje y esté en ese 50% de los trabajadores chilenos que recibe igual o menos que $400.000, no solo está bajo la línea de pobreza, sino además bajo la línea de pobreza extrema ($109.735 por persona equivalente), todo en valores a julio de 2019 de acuerdo al Ministerio de Desarrollo Social y Familia [4].
Entonces, si esa es la situación en 2019, después de una mejora de un 439% en los ingresos de la gente más desposeída ¿Qué ha pasado con el PIB espectacular que muestran las cifras macro, y porqué ellas no se han traspasado a la gente más humilde?
Una utopía capitalista
En este punto se la parte más novedosa, y utópica, de este post. Con una advertencia. El siguiente análisis es nominal y probablemente cualquier experto en economía podrá afirmar que es un disparate, pero creo que es muy decidor para entender cuánto Chile ha avanzado o (o debería haber avanzado) en los últimos 30 a 40 años.
El sueldo mínimo es fijado y reajustado por ley. Y comenzó a ser reajustado una o más veces al año después de haber estado congelado mucho tiempo, siendo el primer valor de esa serie el monto de $9.446 pesos chilenos del 1 de septiembre de 1986 [5]. Desde ahí ha ido progresivamente hasta los $320.500 de hoy (2020).
Sin duda, hoy $9.446 para un sueldo mínimo mensual se ve como un soberano disparate. Pero, gracias a la Unidad de Fomento (UF), indicador que captura la inflación mes a mes, con lo que 1 UF siempre debe (o debería) mantener un poder adquisitivo equivalente. Con ello es posible transformar ese y cada sueldo mínimo mensual en su equivalente en UF, y con ello poder observar cual es el real poder adquisitivo del sueldo mínimo en el tiempo. En particular, el sueldo mínimo de $9.446 de septiembre de 1986 equivalía a exactamente 3 UF (1 UF el 01/09/1986 valía $3.143,56).
El sueldo mínimo de 1986, al valor de la UF del 1 de octubre de 2020 ($28.708,80), equivale a $86.126 de 2020. Sin duda un valor absolutamente insuficiente para los estándares de hoy ($320.500, UF 11,16), con lo que podemos concluir que desde 1986 a la fecha el poder adquisitivo del sueldo mínimo ha mejorado 3,72 veces, lo que es solamente un 272% de mejora.
Por lo tanto, concluir que los ingresos de los más pobres han mejorado en un 439% según el meme del Rechazo empieza a mostrar grietas, por no decir que queda refutado. Definitivamente no es el caso, y en ese sentido convendría definitivamente desconfiar de sus datos.
Pero, hay una lectura que yo me di cuenta al realizar este análisis y que puede graficar una de las causas del descontento social del estallido social, la desigualdad, y el mal índice Gini de Chile.
Volvamos al PIB per cápita valorizado en US$ a precios actuales: en el año 1986 en que se inauguraba el sueldo mínimo moderno, el PIB per cápita de Chile fue de USD 1517,863. Si vemos el año 2019 (el dato más cercano), el PIB per cápita aumento a USD 14.896,454. Tomo este dato por ser el más actual, e incluso más "pesimista" que el PIB récord de 2018 (USD 15.924,794). Considerando entonces ambos valores 1986 y 2019 vemos que, en 33 años, el PIB per cápita de Chile ha aumentado en 9.81 veces. Esto quiere decir que Chile como país era, en 2019, casi 10 veces más rico de lo que lo era en 1986.
Ser un país casi 10 veces más rico en 33 años no es malo, sin duda. Y ¿se puede achacar tal éxito a la actual CPR? Es difícil decirlo, si lo somos debido a la actual CPR de 1980, o a pesar de la CPR de 1980. Suponer que hay una conexión causal directa es simplemente caer en una falacia Cum Hoc, Ergo Procter Hoc (con esto, por lo tanto, a causa de esto), y demostrar tal causalidad ese una carga de prueba que no tomaré en este post.
Volvamos un paso atrás. Chile es un país 10 veces más rico entre 1986 y 2019 ¿Cuál debería ser entonces el sueldo mínimo en Chile si esa riqueza, utópicamente, se hubiera trasladado 1:1 a un factor como el sueldo mínimo?
Pues, el cálculo es trivial. Si en 1986 el sueldo mínimo era de UF 3, y la riqueza aumento en 9.81 veces en estos últimos 33 años, el sueldo mínimo utópico debería ser de UF 29,44 (UF 3 x 9.81).
Este sueldo mínimo utópico de UF 29.44, si la riqueza (como PIB del país) entre 1986 y 2019 se hubiera trasladado al sueldo mínimo, implicaría que, en su equivalente en pesos del 1 de octubre de 2020, el sueldo mínimo chileno sería de:
$845.253.-
Eso es 2.6 veces el sueldo mínimo actual de $320.500.
¿Puede imaginar un Chile donde, si los estándares de precios fueran los de hoy, el sueldo mínimo fuera de 845 mil pesos? De partida, ninguna familia de 4 miembros (2 padres, 2 hijos) donde un solo progenitor trabaja, incluso en el trabajo menos calificado, estaría bajo la línea de pobreza. Y las familias podrían tener un estándar de vida lejos superior al actual.
¡Y eso es el sueldo mínimo! Todos los demás trabadores calificados, técnicos y profesionales universitarios deberían tener entonces sueldos muy probablemente superiores a los actuales. De partida, si un gerente de empresa gana del orden de $9.000.000, veríamos que la diferencia entre el trabajador que menos gana y más gana en la empresa estaría en torno a un factor 10, lo que está casi en el promedio de desigualdad de ingresos de los países de la OCDE (8,4 en 2020).
¿Problemas con las dietas diputados y senadores? Con sus valores actuales, ellos solo estarían recibiendo entre 6 a 11 veces el sueldo mínimo utópico. Suena razonable.
¿Profesionales medios? Por sus estudios y calificación, deberían recibir 2 a 3 veces un sueldo mínimo, lo que debería llevar los sueldos típicos entre 2 a 3 millones de pesos.
¿Es una utopía? Sin lugar a duda. Si encontráramos la botella del genio, y con un chasquido de sus dedos forzara a que el sueldo mínimo el Chile hoy saltara de $320 mil a $845 mil, miles de empresas quebrarían, se generaría un caos de desempleo, los que no quebraran y lograran pagar tales sueldos generarían un disparo en el dinero circulante en la población, lo que aumentaría explosivamente la demanda y con ello los precios aumentarían también en forma explosiva, disparando a su vez la inflación, y con ello sin duda llevándonos a los peores escenarios chilezuelísticos.
Pero, más allá de la utopía ¿Por qué entonces un país como Chile 10 veces más rico en 33 años, no ha permeado su riqueza en forma paulatina a sus estratos más humildes? Y... ¿en dónde entonces se quedó toda esa riqueza?
Bueno, cuando se ven las estadísticas chilenas que muestran que, según datos de la CEPAL, el 1% más rico de Chile concentra el 26,5% de la riqueza del PIB [6], que el 10% más rico concentra el 66,5% del PIB, mientras que el 50% de la población más pobre de Chile (ese que según el INE gana $400.000 o menos), es decir, la mitad de todo Chile, solo accede a un mísero 2.1% del PIB de Chile [7], entonces la conclusión es, espero para cualquiera, inevitable...
El chancho está pésimamente pelado en Chile.
¿Es entonces de extrañarse que la mitad y más de la población de Chile esté indignada con su situación? ¿O que el estallido social era cosa de tiempo?
Por ello, podemos hacer gárgaras con sangre respecto de si la CPR de 1980 es o no una causa de la riqueza de Chile, de que Chile sea un país 10 veces más rico que hace 33 años. O si cambiar la CPR por una nueva desde una "hoja en blanco" es la solución para este tipo de problemas. Pero todo eso es casi circunstancial...
Sin importar que opción gane en el plebiscito del próximo 25 de octubre, si el "apruebo con hoja en blanco" o el "rechazo para reformar", es un hecho que, con la CPR que haya, si la sociedad, y su sistema político y económico en su conjunto, no toman medidas para "repartir mejor el chancho", y hacer que incluso los sectores de menores recursos puedan acceder a una tajada razonable del PIB, que ellos también puedan acceder a los beneficios de tantos años de un Chile siendo un 'jaguar de latino américa', entonces el descontento social, la frustración y la violencia no van a desaparecer por arte de magia.
Un Chile más equitativo se requiere con cualquier CPR que exista en el futuro. Y esa debería ser una receta para el éxito para una paz social duradera y estable.
Referencias
[1] Biblioteca del Congreso Nacional (2019), "Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución", URL.
[2] Banco Mundial (2020), "PIB per cápita (US$ a precios actuales) - Chile". Consultada el 17/10/2020. URL.
[3] Instituto Nacional de Estadísticas (2019), "Ingreso laboral promedio mensual en Chile fue de $573.964 en 2018". Consultada el 17/10/2020. URL.
[4] Ministerio de Desarrollo Social y Familia (2019), "Informe Desarrollo Social 2019", p. 8. Consultada el 17/10/2020. URL.
[5] Wikipedia, "Anexo: Salario mínimo en Chile". Consultada el 17/10/2020. URL.
[6] CEPAL (2019), "Panorama Social de América Latina 2019", p. 24. URL.
[7] La Tercera (15/01/2019), "Cepal confirma alta concentración de la riqueza en Chile: el 1% más acaudalado es dueño del 26,5% del PIB". Consultado el 17/10/2020. URL.