lunes, abril 27, 2015

Una historia, dos equipos

En uno de esos pequeños debates-que-no-llevan-a-nada, conversando con un cristiano, él planteaba que que no hay pruebas para creer en dios, pues si hubiera pruebas (o "Dios" se manifestara explícitamente como para que no pudiera haber ateos), entonces nadie podría poder tener un premio... por creer en Dios por fe. No habría cielo para nadie. Ergo, Dios está perfectamente bien escondido por una muy buena razón (¿para nosotros?).

Bueno, le respondí que ese es un problema interesante, porque claramente según el libro sagrado judeo-cristiano, existieron personas como Adan, Eva, Cain, o entes sobrenaturales como Satanás, que no sólo creían que Dios existía, sino que les constaba, y sin embargo pudieron perfectamente meter la pata como para perderse el "premio"...

Lo interesante fue la respuesta de este amigo cristiano: luego de la amenza-del-infierno de rigor, explicó que para él Dios es del todo real, porque:
"[...] ahora bien, mediante el Espiritu Santo que se comunica con nosotros, de no ser asi, estaria a la par tuya pidiendo pruebas, doy mi testimino que Dios se comunica con sus hijos, se ha comunicado conmigo, dirige una iglesia y nos provee los instrumentos y los medios necesarios para volver a su presencia y del quien diariamente recibo multiples milagros y lo comparto en el Nombre de JESUCRISTO Amen"
¿Jaque mate? Eh, la verdad no. Y le dí una respuesta que me pareció simpática para dejarla cristalizada en el blog. Llamémosla "la historia de los dos equipos".

El texto fue ligeramente editado para hablar en tercera persona. Espero que lo disfruten.

"Jesús es mi entrenador", algunos dicen...

La historia de los dos equipos

Amenazar a un ateo con un infierno en el en que no cree asusta tanto a un ateo como asusta a un cristiano creyente que un musulmán le amenace con el infierno-musulmán por no creer en el profeta Mahoma...

Pero ¿se comunica el "Espíritu Santo(TM)" con los cristianos? No lo creo. Me refiero a que sin duda creo que los creyentes y las iglesia están convencidas de escuchar a tal entidad. También creo que es verdad que los esquizofrénicos escuchan voces en sus cabezas. El problema es cómo distinguir si esa(s) voz(es) son o no reales. Ahí está el problema...

Para ponerlo fácil, haré una analogía que se debería seguir con facilidad.

Imaginemos que hace mucho tiempo se formó un equipo de fútbol. No tendrían mucho de peculiar excepto por el hecho de sus miembros decían que no tenían un entrenador de carne y hueso, sino uno inmaterial, indetectable, imposible de comprobar, que habita en el cielo... pero que se comunicaba con ellos. Si no eras miembro del equipo (y no crees en el DT-que-está en el cielo, en adelante el DTC, o DT-Celestial), el DTC no te habla. Nunca. 0 pruebas. Pero si eres aceptado en el equipo (y para ello tienes que creer en el DTC), el DTC sin duda hablará contigo.

Por supuesto mucha gente estaba escéptica de tales ideas. Pero el hecho era que el equipo semana a semana jugaba en forma consistente: todos seguían la misma estrategia, todos estaban siempre de acuerdo que las instrucciones del DTC eran 3-5-2, 3-4-3, o lo que fuera, siempre todos estaban de acuerdo que en el minuto X del partido el DTC indicó cambio de jugador, etc. Y aún si algún jugador erraba, desobedecía o por problemas técnicos era incapaz de seguir o cumplir las instrucciones, él y todos los demás jugadores estaban siempre 100% de acuerdo de cuál habían sido las instrucciones originales del DTC.

Es más. La coordinación del equipo era sorprendente. En los pocos casos donde había dudas, o más de una interpretación, una consulta grupal al DTC rápidamente les retornaba a todos y cada uno de los miembros del equipo la respuesta definitiva del DTC respecto a qué era lo que había querido decir. Tanto así, que sin importar a qué miembro del equipo y en qué momento se les preguntara que había ordenado o cuál era el plan del DTC, todos concordaban en una respuesta única y consistente. Y lo mejor de todo: sin mediar ninguna comunicación física. Por más que los jugadores estuvieran inclusos aislados o fueran demostradamente incapaces de comunicarse entre ellos por medios normales, cada uno de ellos siempre era capaz de escuchar al DTC, sus instrucciones y ajustes de planes, consistentemente unos con otros...

¿Podría uno, en una circunstancia como esa, dudar de que, si bien el DTC podría no ser lo que los jugadores piensan que es, al menos existe un algo único y que es suficientemente real como para comunicarse no-físicamente con mucha gente a la vez, y aportarles a todos la MISMA información, consistentemente, una y otra vez? Después de años de evidencia, sin duda que hasta los más escépticos tendrían que reconocer que, aunque ellos tozudamente no quisieran reconocer que el DTC existe, algo hay, de verdad, algo se comunica con todos los miembros de ese equipo de fútbol, más allá de toda duda...

Pero ahora veamos otro escenario: supongamos que hace mucho tiempo un grupo de personas creó un equipo de fútbol. Decían que tenían un DTC, inmaterial, etc. Que sólo se comunicaba con ellos, con los miembros del equipo que creían en el DTC. Sin embargo, al poco andar claramente había serios problemas de comunicación... entre el equipo, y en especial... con el DTC. En la mitad de los partidos algunos decían que el DTC había ordenado todos al ataque, mientras que otros decían todos a defensa. Si uno gritaba cambio, el DTC ordena cambio, otros decían Noooo, el DTC dice que noooo...; tan caótico era la situación, que al poco andar el equipo se agrupó en torno a un sub-DTC, un humano que sí que escuchaba correctamente al DTC. Muchos de los que creían en el DTC, pero que no lo escuchaban bien (o no lo escuchaban en lo absoluto), simplemente comenzaron a seguir lo que el DTC decía a través del sub-DTC.

Pero siempre, de cuándo en vez, aparecía uno o más jugadores que también declaraban escuchar al DTC, pero diciendo que sus instrucciones eran otras, que el sub-DTC mentía o estaba equivocado, y a la larga el desacuerdo era tal (pues el DTC nunca parecía querer aclarar su postura a ninguna de las facciones que decía escuchar al DTC), que los disidentes más débiles terminaban abandonando el equipo y formando su propio nuevo equipo de los "verdaderos seguidores del DTC", generalmente en torno a un nuevo sub-DTC que sí entendía "correctamente" lo que el DTC quería decir.

Obviamente todos y cada uno de los equipos que se iban formando por rupturas de lo que el DTC-realmente-dijo discrepaban y rechazaban las supuestas instrucciones "únicas" que los demás equipos decían que el DTC daba, y cada equipo decía que el DTC únicamente les daba las instrucciones correctas a ellos.

A tanto llegaba la discordia respecto de qué-dijo-el-DTC, que unos equipos comenzaron a llamar a otros "herejes", y las barras bravas de cada equipo armaron sendas batallas campales que incluso acabaron con la vida y funcionamiento de algunos de los equipos DTC-alternativos más pequeños. Así, hasta el día de hoy, existen miles de diferentes equipos que dicen realmente escuchar al DTC, pero cada uno escucha diferentes cosas, al punto que reunir dos equipos y hacerlos reconciliar cada una de las cosas que el DTC dijo, o qué es lo que el DTC quiso realmente decir, es simplemente imposible...

¿Qué dirían los escépticos en este segundo escenario? Pues, que si existe un único DTC que les habla a todos los equipos, pues no puede estarles diciendo a todos cosas diferentes, entonces o bien el DTC no existe, o bien todos los equipos (excepto tal vez un puñado) mienten o están equivocados respecto de que escuchan realmente a algún DTC real. Pero ¿cuál es él o los pocos equipos que realmente escuchan a un verdadero DTC? es imposible distinguirlo, así que por parsimonia, dado que ningún equipo es capaz de demostrarlo empíricamente (¡hey, incluso afirman que el DTC dio instrucciones explicitas que poner a prueba la existencia del DTC está prohibido! Qué conveniente, ¿no?), entonces también es posible asumir que en principio TODOS los equipos estén equivocados, y por ello, todos los escépticos racionalistas no tienen razones para suponer que el DTC exista, o eso al menos hasta que uno de tales equipos cumpla con la carga de prueba y demuestre con consistencia que el DTC es real.

Volviendo un segundo a la realidad... ¿a cuál escenario, el primero o el segundo, se parece el mundo real, y el cristianismo en particular? Lo dejo para pensar...

Y eso, sin considerar que hay otros equipos de fútbol, tanto más antiguos y más nuevos que el de los "Cristianos Verdaderos F.C.", que declaran seguir instrucciones por escrito, por revelación, a través de profetas-sub-DTC, que en la práctica siguen a un DTC totalmente diferente del cristianismo, y qué los cristianos, al igual que los escépticos, no creen que sean reales tampoco, aun cuando esos otros equipos dice escuchar a esos otros-DTC, que les causa felicidad en sus vidas, que les cumple milagros, y un largo etc. etc... porque ellos tampoco han sido capaces de demostrar sus afirmaciones.

viernes, abril 03, 2015

Las olvidadas tumbas vacías de semana santa - AKA El ataque del los santos-zombies de Jerusalén

¿Histórico? Fuente: Alberto Montt, Dosis Diarias

Semana santa. Fechas de recogimiento, de comer mariscos y pescados (excepto si eres un carnívoro ateo), de ver refritos bíblicos (o nuevas producciones) de los relatos de la vida de Jesús… porque todos sabemos que la celebración cristiana (y eminentemente católica) de Semana Santa es acerca de Jesús, de su muerte y  resurrección un fin de semana similar en Jerusalén, hace ya casi 2000 años.

Algo que, por supuesto, todos los cristianos lo dan por un hecho. Que Jesús vivió es un hecho, y que Jesús fue ajusticiado, muerto y sepultado, y que resucitó de entre los muertos durante un fin de semana es más que un hecho histórico. Es EL hecho histórico central del cristianismo. Porque dudar que eso haya ocurrido es literalmente fatal para el cristianismo, algo que ya el apóstol Pablo notaba cuando decía que:
“Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan." (1 Corintios 15:13-15)
Así que, asumir que todo eso ocurrió es crítico para el cristianismo. Excepto que, hay buenas razones para dudarlo.

La única evidencia que se tiene de que Jesús existió, de las cosas que hizo, dijo y le sucedieron, están únicamente en los 4 evangelios. No hay ninguna otras fuente de la época que Jesús vivió, que relate estos eventos, ninguna cristiana ni no-cristiana, sino hasta que Pablo comienza con sus cartas alrededor de 20 años después de la ejecución de Jesús, y los evangelios aún más tarde. Siendo ese el caso, lo único que un cristiano puede hacer es, literalmente, creer que lo que relatan los evangelios es exactamente lo que ocurrió.

Pero eso ya es problemático, pues como ya escribí en el pasado en el “Desafío a lainerrancia bíblica”, los 4 evangelios se contradicen fatalmente en el relato de la resurrección de Jesús, con lo que nuestra única evidencia se torna frágil.

Aún si “asumimos” que Jesús sí resucitó, tal vez pueda ser el caso de que Jesús no era tan famoso y popular en su propia época para que nadie notara el hecho más allá de su círculo cercano, o lo considerara digno de ser puesto por escrito. Y no es que no tengamos escritos de múltiples historiadores romanos de la época, contemporáneos a Jesús, que misteriosamente omiten mencionarlo. Pero, ¿qué es UNA persona resucitada en una multitud de millares que estaba en la época de pascua de Jerusalén? Viva o revivida, podría haber pasado bastante desapercibida, en especial si sus apariciones post-mortem fueron, en mayor o menor grado, privadas.

Sin embargo, como Pablo menciona, una gran preocupación es “si en verdad los muertos no resucitan”. Porque, al fin y al cabo, la prueba de oro de que la gente sí puede resucitar es Jesús ¿verdad?

La verdad, no.

Y aquí es donde me topé con un excelente artículo reciente (en inglés) en el blog de Neil Carter “Godless in Dixie” titulado “La más grande historia nunca contada”, la cual comenta en un interesante pasaje del evangelio de Mateo, famoso, pero flagrantemente ignorado por todos… en especial por los propios cristianos. Las implicancias de este pasaje, y su omisión, son fantásticamente analizadas por el autor de esa publicación, y para no repetir lo que él dice, definitivamente vale la pena leerlo (y si no leen inglés, usen GoogleTranslate…).

Sin embargo, creo que hay algo digno de mencionar, no dicho en forma explícita en ese artículo. Para contexualizar, el pasaje de la discordia está en el capítulo27 de Mateo:
45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. 
46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 
47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste. 
48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 
49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle. 
50 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. 
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
Supongo que no estoy diciendo nada nuevo… ¿quién no ha escuchado hablar desde los púlpitos este relato? O directamente ¿quién no lo ha visto en las producciones cinematográficas? El súbito oscurecimiento del día, el velo del templo rasgado, o un terremoto en el instante en que Jesús muere. Casi nadie que haya estado expuesto al cristianismo puede negar haber visto u oído de tales hechos más de una vez. Pero lo interesante es lo que viene EXACTAMENTE en los siguientes versículos, del 52 en adelante.
51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 
53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 
54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
Si uno lee los versículos 52 y 53, uno puede ver que estos versículos son casi siempre omitidos, escondidos o simplemente ignorados por la cristiandad. ¿Alguien los menciona? ¿Alguien ha visto alguna superproducción Holliwoodense mostrando una multitud de zombies-judios saliendo de las tumbas, y deambulando por Jerusalén por todo un fin de semana? Que yo recuerde, ninguna.

Lo interesante de esos versículos es una extraña implicancia: la mayor “prueba” de la resurrección de Jesús es su “tumba vacía”. Este es un hecho que apologistas actuales muy famosos como William L. Craig estresan hasta el cansancio. Es la GRAN prueba de que Jesús resucitó. Pero como mencionaba, nadie parece recordar que Jesús no fue el único en hacerlo, porque:
  • Un número indeterminado de tumbas de “santos” se abrieron ese viernes santo, en el momento (o producto de) el terremoto, cuando Jesús murió.
  • Esos santos resucitaron en ese instante, volvieron a la vida y se “levantaron”.
  • Los santos resucitados salieron de sus tumbas recién abiertas.
  • Estuvieron escondidos o deambulando fuera de la vista por casi dos días…
  • Pero después de la resurrección de Jesús, el domingo, todos estos santos resucitados, fueron a Jerusalén, y se aparecieron a muchos
¡A muchos!

Y aquí está el problema interesante que todo esto plantea: incluso si aceptamos que Jesús resucitó, pero lo hizo tan privadamente, y él mismo era tan poco conocido que literalmente NADIE que estuviera fuera del círculo de creyentes se dio por enterado, y menos notó que fuera interesante para ponerlo en las notas de la época, tiene el problema que al mismo tiempo muchos muertos de personajes conocidos en el mundo religioso judío (al punto de ser declarados “santos”) sí resucitaron, se pasearon por días por Jerusalén, y fueron vistos por mucha gente…

¿Se imaginan un evento así hoy? Sin importar cuál fuera la razón del evento, ¿creen que si una multitud de gente famosa, un Elvis Presley, un John F. Kennedy, un Juan Pablo Segundo, o personajes famosos ya muertos resucitaran, se pasearan por las ciudades, y fueran vistos por mucha gente, nadie se le ocurriría considera eso por sí mismo algo tan asombroso, único y espeluznante como para mencionarlo en los noticiarios, prensa y registros históricos? ¿Nadie?

Y ese es el principal problema de este relato, en mi opinión. El que Jesús muriera y resucitara “anónimamente” puede hasta explicarse porque realmente a los ojos de los historiadores de la época tal hecho ocurrió sin pena ni gloria. Uno podría hasta pasar por alto que un eclipse o un terremoto debieran haber sido hechos dignos de haber sido registrados, pero por último los eclipses y terremotos pasan de tiempo en tiempo y aunque dramáticos, no son un hecho tal vez tan fuera de lo usual… pero ¿hordas de muertos famosos resucitados circulando por las calles, sus tumbas (probablemente conocidas) abiertas y vacías de ellos, y siendo vistos por todos, es un evento digno de simplemente ignorar?

No. En mi opinión, es un contrasentido máximo pensar que tal evento, si ocurrió, pudiera ser ignorado por TODOS, y quedar registrado en ninguna parte no-cristiana. Ese hecho hubiera sido relatado, recontado, y recordado por generaciones. ¡Hey! Incluso los mismos cristianos lo hubieran relatado profusamente entre ellos y en sus escritos. Esta hubiera sido una conversación típica en cualquier rincón del imperio romano:
- ¿Y cuándo me dijiste que murió ese tal profeta Jesús? 
- Fue el mismo fin de semana cuando en Jerusalén aparecieron los cientos de santos de Dios resucitados, cuando todos los vieron ¿lo recuerdas? 
- ¡Oh, sí! Mis tíos me contaron de ese evento. Fue hace ¿8 años atrás verdad? 
- Sí, hace 8 años y medio. Y no sólo eso. Los santos se levantaron de los muertos porque Jesús, hijo de Dios, estaba muriendo. Como una muestra de que él resucitaría y que nos resucitará también a nosotros de entre los muertos llegado nuestro momento. 
- ¡Oh! Ya veo. Sí, mis tíos me contaron lo impresionante de ese evento, y como hasta las tropas romanas estaban en shock cuando todo eso ocurrió. ¿Cómo me dijiste que me puedo convertir en cristiano…?
Pero, misteriosamente todos los cristianos, excepto Mateo, curiosamente omiten tal pasaje. ¿No hubiera sido exactamente lo que Pablo debía mencionar en el pasaje de 1 Corintios 15, citado al principio de este artículo:

“… si en verdad los muertos no resucitan… pero como todos sabemos que sí que lo hacen, tal como todos saben que ocurrió el día en que nuestro Señor fue crucificado, nuestro evangelio es verdad”.

Y todos sus lectores hubieran recordado el evento, averiguado del evento, y no hubiera quedado duda alguna de que Pablo tenía razón. Q.E.D.

Por ello, ¿qué se puede concluir? Simplemente, que la credibilidad, y que decir de la “historicidad” del relato de Mateo es, si es que no cercano a, directamente CERO. Es un relato de una imaginación teológicamente inflamada, pero totalmente falso, nunca ocurrió.

Y si no ocurrió, y está en la "inerrante Biblia"… es otra poderosa razón por la que no podemos simplemente asumir que todo el resto es del relato bíblico es cierto.